Se van muriendo tus palabras, el viaje termina sin tu voz. ¡Sólo yo! ¡En el peñón altivo de tu alma, en el silencio grande de tu alma, ¡Sólo yo!
Tu mano cruza por el aire y deja vorágines de amor en la Creación, luego hiere la piel de mis tejidos con abatidos tonos de una Escala Menor. ¡Sólo yo! Sobre la cresta hermosa de tu imagen, ¡sólo yo! ¡Yo, nada más! ¡Nada más yo! Vibrando en el alma de tus cosas, rodando sobre el eje de tu mente, creciendo en el abdomen de tu sombra y amando el blanco mármol de tu frente. ¡Yo, nada más! en la armonía de tu canción. Enloquecido en el vaivén de tu alma, ¡sólo yo! Dentro de todo lo que huele a ti, cubriendo todo lo que sabe a ti, dentro de cada letra que te busca como un clavel que escribe sin saberlo; ¡sólo yo!
(humberto-garza) Etiquetas: hermosa, silencio, solo yo
|
Publicar un comentario